Maestra: Virginia Aparicio Luque
Protagonistas: alumnado de 6º A del CEIP Cándido Nogales
¿Quién dijo que la historia era aburrida?
Esta es la pregunta que se plantearon la clase de 6ºA del CEIP Cándido Nogales al enfrentarse con la historia de España del siglo XIX y XX.
A finales del segundo trimestre, empezamos en la España del siglo XIX marcada por numerosas guerras en un breve periodo de tiempo. La clase, se puso manos a la obra para montar un tablero de batalla. En este caso, el alumnado dividido en grupos de 4, investigó sobre las múltiples batallas que sufrió nuestro país, y eligieron la que cada grupo creyó más apropiada o interesante. Crearon, con base de cartón, el mapa de la península para representar las batallas in situ.
Elaboraron el guion de lo que querían representar y cada equipo lo decoró libremente según el momento histórico.
El trabajo en el siglo XX nos llevó un poco más de tiempo, siendo nuestro proyecto del tercer trimestre.
Empezamos con una lluvia de ideas para conocer de que base partía la clase. En la pizarra íbamos escribiendo ideas sobre conceptos como república, franquismo, golpe de Estado, etc.
Al estar la clase dividida en seis grupos de cuatro personas, se asignó a cada grupo una parte de la historia que tenía que investigar y trabajar; de tal forma que el siglo XX en España quedó dividido en: reinado de Alfonso XIII, segunda república, guerra civil, franquismo, transición y España actual.
Cada grupo creó un Genially donde explicaba la parte de la historia que le correspondía. Durante un mes, estuvieron trabajando su parte e investigando con las tablets de las que dispone el centro.
Aquí se muestran dos de los Genially creados por el alumnado.
Pasado ese mes, cada equipo expuso a la clase su parte del trabajo, apoyados por el Genially que habían elaborado.
Ahora tocaba escoger y elaborar el guion de la escena que representaba la parte de la historia trabajada. Crearon el teatro a representar, buscaron imágenes, ropa y atrezo para ambientarse y grabaron sus escenas en el croma del centro. Utilizamos el programa Kinemaster para la edición de vídeo y montaje final.
El día del estreno hubo muchos nervios y vergüenzas, pero en las caras se veía el orgullo de ver el final de un trabajo que habían realizado desde abril.
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